¡BIENVENIDOS, PADRES DE FAMILIA!
Reciban con cordial saludo a éste nuevo año escolar. Es para mi grato informarles de la misión que encomendaron las directivas de la Institución Educativa AUGUSTO E. MEDINA de Comfenalco, como docente director del grupo segundo dos. Espero contar con el apoyo de ustedes, resaltando la importancia de establecer permanente comunicación; ya sea, por éste medio, durante las reuniones programadas o en horario de atenciòn a padres.
En esta oportunidad, les quiero compartir una lectura para que sirva de reflexión, lograr sinceridad y constancia en el trato con quienes vivimos.
En una junta de padres de familia de cierta escuela, la directora resaltaba el apoyo que los padres deben darle a los hijos. Tambièn pedía que estuvieran presentes el máximo de tiempo posible. Ella entendía que, aunque la mayoría de los padres y madres de aquella comunidad fueran trabajadores, deberían encontar un poco de tiempo para dedicar y entender a los niños.
Sin embargo, la directora se sorprendió cuando uno de los padres se levantó y explicó, en forma humilde, que él no tenía tiempo de hablar con su hijo durante la semana. Cuando salía para trabajar era muy temprano y su hijo todavía estaba durmiendo. Cuando regresaba del trabajo era muy tarde y el niño ya no estaba despierto.
Explicó, además que tenía que trabajar de esa forma para proveer el sustento de la familia. Dijo también que el no tener tiempo para su hijo lo angustiaba mucho e intentaba redimirse cuando iba a besarlo todas las noches al regrsar a su casa y, para que su hijo supiera de su presencia, él hacía un nudo en la punta de la sábana que lo cubría.
Eso sucedía religiosamente todas las noches cuando iba a besarlo. Cuando el hijo despertaba y veía el nudo, sabía, a través de él, que su papá había estado allí y lo había besado. El nudo era el medio de comunicación entre ellos.
La directora se emocionó con aquella singular historia y se sorprendió aún más cuando constató que le hijo de ese padre era uno de los mejores estudiantes de la escuela.
El hecho nos hace reflexionar sobre las muchas formas en que las personas pueden hacerse presentes y comunicarse con otros. Aquel padre encontró su forma, simple pero eficiente. Y lo más importante es que su hijo precibía, a través del nudo afectivo, lo que su papá le estaba diciendo.
Algunas veces nos preocupamos tanto con la forma de decir las cosas que nos olvidamos de lo principal que es la comunicación a través del sentimiento.
Simples detalles como un beso y un nudo en la punta de una sábana, significaban para aquel hijo, muchísimo más que regalos o disculpas vacías.
Es válido que nos precupemos por las personas pero es más importante que ellas lo sepan, que puedan sentirlo. Para que exista la comunicación es necesario que las personas "escuchen"el lenguaje de nuestro corazón, pues, en materia de afecto, los sentimientos siempre hablan más alto que las palabras.
Por ese motivo un beso, revestido del más puero afecto, cura el dolor de cabeza, el raspón en la rodilla, el miedo a la oscuridad.
Las personas tal vez no entienden el significado de muchas palabras, pero saben registrar un gesto de amor. Aunque ese gesto sea solamente un nudo. Un nudo lleno de afecto y cariño.
Vive de tal manera que cuando tus hijos piensen en la justicia, el cariño, el amor, la integridad, piensen en tí.
(Agradecemos al autor anónimo de esta historia)
Fuente: Vitaminas diarias para el espíritu 3. Humberto Agudelo C. Ediciones Paulinas.
HASTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD...
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